El texto
comenta acerca del problema del analfabetismo que aunque se haya tratado de
evadir es una condición que aún sigue estando presente en gran parte de Colombia,
luchar contra esto no ha sido fácil, pero se han logrado mejorar en los
indicadores.
De acuerdo
a situaciones vividas con estudiantes de bachillerato se observa la necesidad
de enfocarse en la creación de resúmenes con contenidos significativos teniendo
en cuenta que con estos se está probando el entendimiento de un tema y de igual
forma se comprobó que se puede mejorar la escritura.
Con esta
situación se hace visible la necesidad de aprender a crear un ensayo
argumentativo enfocándonos siempre en la aplicación de las competencias
comunicativas; además pasamos de una
simple oración a la creación de un discurso más completo y lleno de términos
entendibles.
Widdowson
en 1978 plantea una alternativa: la adecuación, que es la forma en que el
hablante responde a la manera de
comunicarse. Jolibbert
en 1995 delimita de una manera muy concreta la situación en la que se debe
referir al comunicarse como tener en cuenta ¿Quién?, ¿a quién? ¿en qué
contexto? ¿Con qué propósito? ¿Con qué recurso?, teniendo en cuenta que esto
facilita la comunicación entre el emisor y su audiencia, para esto se debe
tener claridad acerca del tema.
El
pensamiento también hace parte integral de los ensayos argumentativos, donde se
relacionan las palabras que no solo se expresan si no que también se llevan a
pensar.
Bajtin
caracteriza el discurso como polifónico y dialógico, teniendo en cuenta que: es
dialógico por que se emite para ser comprendido y polifónico porque es el
resultado de voces que se han unido para su construcción. El
ensayo argumentativo puede definirse como un tipo de texto estructurado y
unificado alrededor de una tesis que se sustenta de diversas formas como
razones o ilustraciones (Ordoñez, 2001). Se distingue, por ejemplo, del
comentario, porque mientras éste gira alrededor de algún referente manifiesto
-se comenta algo que se ha visto, escuchado, leído…-, el ensayo constituye un
ejercicio de sustentación de una tesis o conclusión que se ha elaborado en
forma personal, privada, interna. En este proceso sustentador se revela la
particularidad de un pensamiento que se organiza y se estructura alrededor de
un propósito comunicativo como es el de manifestar una posición propia frente a
algún tema en particular. Se diferencia asimismo de otros textos argumentativos
en los cuales la unidad frente a una única tesis no es necesaria, como pueden
ser un artículo periodístico o una reflexión. Desde la perspectiva de los
géneros discursivos de Bajtin (1999), el ensayo se aborda como un tipo de texto
argumentativo porque sus enunciados se estructuran alrededor de la necesidad
comunicativa de sustentar una tesis con unos argumentos que fijen una posición
y entren en diálogo con otras posiciones.
En el medio escolar, el ensayo es considerado como un texto
elaborado y difícil al que se accede una vez que se han trabajado otras formas
de discurso escrito como la narración, la descripción y la exposición (en los
últimos años de la básica secundaria 9°, 10° y 11°). Dolz & Pasquier (1996)
señalan que la sicología analiza de manera pesimista la evolución del texto
argumentativo escrito donde indica que sólo hacia los 16 años los jóvenes
alcanzan la madurez necesaria para construir un texto. Durante el tiempo de
escuela no se hace presente este tipo de texto, es por esto que los jóvenes son
reacios a interpretar y elaborar un escrito de con estas características. En el tiempo universitario el ensayo hace su
debut, donde todo se ilustra de esta manera y donde además se pueden exponer
las ideas propias acerca de los temas relacionados.
María Cristina Martínez (1998), directora de la Cátedra UNESCO
para la enseñanza de la lectura y la escritura en América Latina, manifiesta que
hay una necesidad de encontrar una coherencia entre una teoría del lenguaje y
una teoría del aprendizaje con el fin de obtener respuestas al cómo y qué enseñar en materia de
lenguaje. Existe una comparación entre
la escritura en Europa y la escritura en Norteamérica donde la primera supone que se aprende a
escribir a través de las tareas y la segunda es insistente en la manera de
aplicarlo. Identifica tres diferentes posiciones teóricas en la enseñanza de la
escritura: una visión a la que
denomina literaria (romántica o expresivista), una concepción cognoscitiva y una perspectiva
sociocultural de la composición.
Éste se caracteriza por preguntas abiertas del profesor a sus
alumnos, que no anticipan ni prefiguran las respuestas, en contraposición a
preguntas repetitivas que buscan confirmar que el alumno sabe lo que el
profesor espera que sepa y a preguntas inductivas que dan respuestas a lo que
sabe el maestro y que, de manera socrática, inducen al alumno al saber
esperado. Sólo una comunicación que se establezca a partir de inquietudes
genuinas por parte del profesor y de los estudiantes y que contemple posibilidades
inesperadas, genera, según Young (1993), ambientes propicios a la verdadera
indagación y a la construcción conjunta de aprendizajes por parte de la
comunidad del aula.
Esta preocupación por considerar el discurso del aula es compartida también por
Nystrand y Graff, profesores de la Universidad de Albany, quienes realizaron un
estudio en el 2001, en el que investigaron sus efectos en el aprendizaje de la
escritura analítica.
El poder del discurso del aula también es considerado por un
estudio de caso que explora los efectos que pueden tener las discusiones orales
en la dificultar de las habilidades argumentativas de estudiantes
pertenecientes a grupos minoritarios (Nussbaum, 2002). El estudio, realizado en
Oakland, California, buscaba la integración de niños poco participativos en
discusiones críticas, en el desarrollo de un programa conocido como
'Transformando ciudades', dos profesores aplicaron un modelo de enseñanza
recíproca que consistía en la formación de pequeños grupos a los que se les enseñaban
algunas estrategias de comprensión con el fin de que analizaran y comentaran
artículos sobre su ciudad. La participación de ambos (niños y niñas) se hizo cada vez más central, si bien en un
comienzo se hizo tímidamente y en voz baja. Aunque los movimientos
argumentativos no aumentaron mucho en ninguno de estos dos casos, ambos sí
comenzaron a hacer preguntas que pedían más razones a plantear.
De
acuerdo a varios estudios, se destaca que el discurso es un tema al cual se le
han hecho varios análisis donde se ha llegado a la conclusión que realmente es
una ayuda importante para todo el público y que siempre va a ser influyente e
incluyente porque toda persona que quiera expresar algo va a tener que acudir a
este para poder manifestarlo.
En
conclusión a todo este tema podemos definir que el escribir un ensayo
argumentativo es algo que has sido evaluado y estudiado por varios personajes y
donde siempre se han tenido conclusiones diversas, con la claridad que es
importante que las personas conozcan el tema para poder explicar lo que quieren
expresar.
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